LA MUERTE
PSICOLÓGICA.
¿Qué podemos hacer cuando los problemas que
nos causan dolor y ansiedad persisten?
Anteriormente hemos hablado de
los Egos. Son estos elementos los que nos mueven y configuran nuestro proceder como
si fuésemos marionetas. La única forma de librarnos de ellos es eliminándolos,
matándolos.
¿Cómo se manifiestan?
Los egos son elementos de nuestro
yo interior que se manifiestan por medio de los pensamientos que se originan en
nuestra mente. Ésta, a su vez, se compone de Materia, Energía y Conciencia.
Los egos piensan, sienten y actúan.
¿Cómo eliminarlos?
La manera de salir victoriosos de los egos es
observarlos observándonos nosotros mismos.
Pongamos como ejemplo un fumador
que desea quitarse del tabaco:
Sabe que su salud peligra y con el tiempo
formará parte de las estadísticas de los que desarrollan cáncer de pulmón o
garganta.
Él se observa, entiende que no
actúa bien, analiza las virtudes y defectos del tabaco, y un buen día dice "Hasta aquí hemos
llegado, se acabó el fumar".
Enseguida sentirá el deseo de
coger un cigarrillo. Comienza una lucha sin cuartel, pues el Deseo es uno de
los egos que viven en nuestra mente y se
hará notar en los primeros días de abstinencia del tabaco.
Intentará justificarse diciéndote
que mucha gente fuma y no le pasa nada, que también mueren de cáncer personas
que no fuman, que es una ruleta que a
quien le toca le toca, nada que ver el tabaco...
El fumador, decidido a dejar el tabaco, comprará un paquete, lo dejará sobre la mesa y
afirmará, desafiante: "Te veo pero no te fumo".
Esa será su lucha.
Cada día el ego del Deseo aumentará su presión, y para ponerlo en apuros buscará los momentos más
comprometidos, como cuando está entre amigos y éstos le ofrecen un cigarrillo
diciendo: " Por uno que te fumes no te va a pasar nada, anda, cógelo".
Esa presión será casi imposible
de soportar en las bodas y comuniones, en el trabajo, en las fiestas... En la
mente del sujeto se entabla una lucha feroz entre el ego y la conciencia, esa voz que siente en su
interior y le dice: "No le hagas caso, si lo coges caerás de nuevo en el
vicio".
Si rechaza amablemente el tabaco
y les hace comprender a sus amigos y
compañeros de trabajo que se ha tomado como un reto el no volver a fumar,
saldrá victorioso de la prueba. Cuando esta victoria se repite cientos de
veces, el ego del Deseo se irá retirando vencido, hasta ser eliminado
completamente. Lo habremos matado.
Pero para conseguir eso hace falta escuchar a
la conciencia y poner voluntad en alcanzar la meta fijada.
— Dentro de nosotros habitan dos leones, y siempre están luchando entre ellos
El del tabaco es sólo un ejemplo,
lo mismo sucede para otros casos: para el que
está enganchado al ordenador, a una persona que le ignora y por tanto le hace daño, para el ludópata,
el drogadicto, el alcohólico, etc